lunes, 6 de agosto de 2012

Manda cojInes...

Podrías irte de paseo por Riazor, majo (y ahogarte un poquito).  O tirarte por la Torre de Hércules; o que te diera un empacho de percebes; o que te espachurrara la picha un centollo...


¡¡Carallo!!



Y a ti, que te pique un pollo, sapo de las narices.



       Princesita  (siempre, contigo y también sin ti)

jueves, 12 de julio de 2012

¡Jodedme!

A mí y a todo español de a pié: joven y viejo, hombre o mujer, parado y funcionario, rojo, azul o "templado".

http://www.youtube.com/watch?v=ddjQ12-zHF8


Me queda la "satisfacción" de no haber votado a este gobierno. Lo intuía, como muchos: si el PSOE era una mierda, el PP no se quedaba atrás, y a ello, unirle que es un partido de derechas.

jueves, 28 de junio de 2012

La vida (sin ti)

Tomarte un batido helado de dulce de leche con sirope de chocolate. Y además con nata. Estar sentada, viendo a través del cristal, notar que fuera hace un calor abrasador que hasta hace unos minutos has padecido y refugiarte de él con el frío del batido de tu vaso y con el que desprende el aire acondicionado que inunda toda la sala de la cafetería. Sentirte bien por pensar que quedan dos exámenes y que, de momento, van todos aprobados. Y sí, he escrito "sentirte bien", a pesar de no tener un "te amo" en un sms en el móvil, o tenerlo, pero con fecha de caducidad y ya prescrita; o saber que vas a llegar a casa y, al entrar al whatsapp, no habrá alguien, ese alguien, preguntando "¿Qué tal ese examen, xxxxxxxxxx?" y sonreír, aunque la respuesta sea "Creo que fatal, xxxx, fatal".
Y, aún así, aún con la nostalgia, aún con melancolía y sin embargo, con esperanzas, sentir que la vida es eso, pequeños momentos y detalles, sin necesidad de que haya alguien más. Aprender a vivir con ello (o sin ello, en este caso) y ser feliz mientras vuelve, ¿o no?


Yo creo que esos pequeños instantes, por chiquititos que sean, son también eso: la vida. Sí, será eso...




Pdta.: Te amo. Te amo tanto o más de lo que te amaba ayer. Ojalá pueda volver a decírtelo a la cara y recibir la misma respuesta sincera de tus labios.

                                                                                                                          Be.